

«Que su país vuelva a ser, gracias a ustedes, un jardín fraterno, el corazón de paz y de libertad de África»
Tras el día de ayer, en el que el Papa masticó el dolor y las lágrimas, el sufrimiento y la sangre de tanta gente perseguida y explotada, hoy Francisco se dio un baño de juventud, arropado por miles de jóvenes (muchos de ellos catequistas) en el Estadio de los Mártires. Y, como siempre que se encuentra con jóvenes, Francisco se viene arriba, se crece, rejuvenece. Y se convierte en el abuelo sabio y profeta que marca la dirección de los sueños de sus nietos.
Dos horas antes del inicio de la ceremonia papal, el Estadio de los Mártires ya estaba casi abarrotado de 80.000 jóvenes, que cantan y bailan sin parar. Porque la RDC sufre y llora, pero también canta, baila, festeja y sonríe. Porque la juventud católica tiene su esperanza puesta en el Señor. Y confían también en el Papa-abuelo, por eso gritan en lingala, francés y demás dialectos: “Esta es la juventud del Papa”.
Llega el Papa y se desata el delirio entre los asistentes, ritmado por la música y las arengas de un locutor: ¡Vive le Pape François! Francisco entra en el estadio en papamóvil, acompañado por el cardenal Ambongo, y da la vuelta al recinto, entre aclamaciones, banderas al viento y ululares. Realmente apoteósico. El Papa saluda y levanta el pulgar.
Para seguir leyendo: https://www.religiondigital.org/mundo/Papa-jovenes-catequistas-manos-dedos-oracion-honestidad-Congo-Africa_0_2529347064.html