

Saurimo (Agencia Fides)
Así lo afirmó monseñor José Manuel Imbamba, arzobispo de Saurimo, dirigiéndose a un grupo de periodistas al finalizar una visita pastoral a las parroquias de Nuestra Señora de Fátima en Muconda y Santa Teresa del Niño Jesús en Dala. La referencia se centró en la gran influencia e impacto que los brujos, adivinos y videntes tienen en la población. El prelado ha pedido ante este fenómeno que actúe la justicia. “Hemos encontrado personas cuyo honor y dignidad han sido destruidos. Pido a las autoridades y juristas de este país que intervengan urgentemente”, insistió.
El arzobispo lamentó que los brujos “estén destruyendo comunidades, dividiendo y empobreciendo familias, y frenando el desarrollo. Este es un problema gravísimo que debe abordarse de inmediato. Observar pasivamente este espectáculo de robo y mentiras significa permitir que la propia sociedad se derrumbe”.
El arzobispo, quien inició su ministerio episcopal en diciembre de 2008 en la diócesis de Dundo, expresó su preocupación por la propagación de la superstición en Angola. “Debemos liberarnos de los mitos y falsedades que nos hacen creer que la muerte siempre es causada por otros. La nuestra debe convertirse en una sociedad de conocimiento, ciencia y razón”, afirmó el arzobispo, presidente de la Conferencia Episcopal de Angola y Santo Tomé y Príncipe (CEAST).
Condenando la superstición que considera los objetos y rituales místicos como fuentes de poder, afirmó: “Ya no podemos caer en la trampa de pensar que una muñeca o un objeto nos da vida, riqueza o fama. Esta mentalidad obsoleta debe abandonarse”. El arzobispo Imbamba criticó a las personas con estudios que participan o toleran tales prácticas, asegurando que “los supuestos médicos y graduados que aún se aferran a estas supersticiones aún no se han liberado de la oscuridad de la ignorancia. Permanecen culturalmente esclavizados”.
Habló además de un incidente en la provincia de Monoco: “Uno de estos adivinos iba de casa en casa buscando hechizos, exigiendo dinero para entrar sin que se lo pidieran. A menudo, sus cómplices colocan objetos sospechosos en las casas para validar sus falsas afirmaciones”. “Es inaceptable que las autoridades se queden de brazos cruzados mientras estas personas perjudican a ciudadanos pacíficos al entrar en propiedades privadas con el pretexto del fetichismo. Esto debe cesar”, destacó.
“Este tema suele ser ignorado por la ley. La cultura debe liberar, no oprimir. Las autoridades deben reunirse y dar instrucciones a los juristas para que condenen este fenómeno”, concluyó monseñor Imbamba, al frente de la archidiócesis de Saurino desde su investidura en julio de 2011.
A.P. – AGENCIA FIDES (ver artículo fuente)