Es a San Francisco de Asís a quien debemos la tradición del Vía Crucis tal como la conocemos hoy. Si las catorce estaciones son siempre iguales, las meditaciones en torno a cada una varían. Aquí hay unos ejemplos.
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En la calle, en procesión, paseando por una iglesia, con el teléfono o con el breviario, solo, con otras personas, en casa o en el metro, hay mil y una maneras de vivir el Viacrucis. Inventado por San Francisco de Asís con el fin de encarnar concretamente la Pasión de Cristo para entrar «en el misterio del amor de Dios manifestado en su Hijo», el Vía Crucis es un modo de seguir a Cristo paso a paso en su Pasión. en unión con la Iglesia para celebrar la alegría pascual. Si las catorce estaciones, que recuerdan los acontecimientos del tormento de Cristo, son canónicas, las meditaciones que las acompañan pueden variar.
1. CON SU PARROQUIA (…); 2. CON LOS SANTOS (…); 3. CON EL PAPA (…)
4. EN ARTE (…); 5.CON LOS ENFERMOS (…); 6. CON LOS NIÑOS (…)
7. CON LOS CRISTIANOS ORIENTALES (…); 8. PARA EL DIFUNTO (…)
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