19 de marzo de 2024 / 12:53 AM
El 19 de marzo de 1961, el Papa San Juan XXIII, conocido cariñosamente como el ‘Papa Bueno’, anunció a través de L’Osservatore Romano—el diario del Vaticano—la publicación de una carta apostólica dedicada a San José. En este documento, el Santo Padre encomendó a San José la protección y guía del Concilio Vaticano II, considerado uno de los acontecimientos de la Iglesia Católica más importantes en la historia contemporánea.
Este encuentro fue inaugurado en 1962 por San Juan XXIII y clausurado en 1965 por San Pablo VI. Como resultado, se realizó un cuerpo de doctrina que busca promover la fe católica en el mundo, renovar la vida cristiana, adaptar la liturgia y alentar la acción de los laicos en la vida de la Iglesia.
En un artículo publicado el 18 de marzo en LOR, se señala que para San Juan XXIII el Concilio requería “luces de verdad y de gracia, disciplina de estudio y silencio” en cuanto al aspecto humano, pero también la ayuda divina que debía ser invocada por los fieles “con una cooperación viva de oración”.