

«En esta luz de sabiduría nos enseña Jesús a conducirnos en el verdadero amor»
| Fray Alfredo Quintero Campoy OdeM
Quitar: la mentira , la deslealtad o infidelidad, el engaño , la traición , la ingratitud, el abuso , el robo, la opresión , la injusticia…Quitar todo esto con la fuerza del amor, de la verdad y la vida que se manifiesta en Jesús, hace pasar necesariamente por el dolor o sufrimiento profundo en humillación.
Jesús se dispone a ser humillado por el amor que nos tiene, para poder purificarnos de tanta podredumbre que muchos de nosotros cargamos. Es duro decirlo, pero es la verdad.
Lo anterior nos hace ver que no podemos salvarnos por nosotros mismos.La corrupción misma que cargamos en nuestra humanidad corrompida y temporal-mortal, nos hace abrirnos:
Primero: al misterio de la vida en Jesucristo. Su espíritu de vida se nos comunica cuando comemos su cuerpo y sangre, que nos ha dejado en la última cena.
Hay quienes no aprovechan este deleite del alma y del espíritu que da vida y una paz plena a nuestro ser personal.
Hay quienes creen que alimentándose de lo temporal para saciar la temporalidad de lo corruptible, está bien, pero cuando llega la partida a lo definitivo, en una etapa distinta de lo temporal y corruptible, donde el alma, inteligentemente percibe la necesidad intuitiva de sentir paz, es cuando aquellos, que solo han buscado lo corruptible, se quedan sin paz, que es La Paz de Dios que se asoma, allá, más allá de lo corruptible.