La alegoría del Buen Pastor y la puerta de las ovejas siempre han sido entrañables para conocer a Jesús, y lo son especialmente en estos momentos que vivimos. Impactó a la primitiva Iglesia, ya que su efigie aparece muy pronto en las catacumbas y sarcófagos, una imagen evocadora especialmente para los que iban a morir. Como veremos, en el relato de Juan, a diferencia de los sinópticos, el texto se mueve entre la simbología teológica y la diatriba contra los malos pastores.
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