Publicado: 20 agosto 2023 11:33 CEST
La amenaza de utilizar la fuerza militar para poner fin al golpe de Estado en Níger ha provocado grandes divisiones en la región.
Ha exacerbado las tensiones dentro del propio Níger, así como entre sus vecinos.
Cada vez hay más indicios de que cualquier intervención militar probablemente encontrará una fuerte oposición. El creciente apoyo a la junta ha envalentonado a los golpistas para permanecer en el poder y desafiar a la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO).
En respuesta a la amenaza de la fuerza, cada vez más nigerinos salieron a las calles para manifestar su oposición. Se organizó una manifestación cerca de una base militar francesa en Niamey.
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Como investigador en política y relaciones internacionales, creo que una intervención militar en Níger es poco probable, como ya he indicado anteriormente. Sin embargo, la amenaza del uso de la fuerza significa que las tensiones siguen siendo altas. Esto es comprensible, porque hay mucho en juego. He identificado tres consecuencias principales de la guerra total.
La primera víctima sería la actual guerra regional contra el terrorismo, ya que los países que actualmente participan en esta lucha verían desviados sus ejércitos y recursos.
En segundo lugar, habría una afluencia masiva de refugiados a los siete países fronterizos con Níger. Esto tendría un efecto dominó a medida que más refugiados buscaran encontrar su camino hacia Europa.
En tercer lugar, el conflicto agravaría las tensiones entre Níger y Francia. La junta acusa a Francia de ser responsable de la inseguridad y las dificultades económicas del país.