

«Lo más importante en navidad es que nos invada el espíritu de Dios»
La navidad es un desbordamiento de amor y de vida de Dios que sabe abrazarnos desde lo sencillo para llevarnos a la grandeza desde el amor, que sabe compartir siempre en todos los escenarios donde puede tener cabida el amor para dar vida.
Los sencillos, como ya Jesús lo refiere, son aquellos que tienen una mirada profunda de fe que saben reconocer la manifestación y el paso de Dios y que saben aprovechar con respuesta generosa la participación en Dios que los llama a ser parte de su manifestación.
En esta navidad, los pastorcillos en las cercanías de Belén reciben un anuncio que no puede ser de otra forma que gozoso y alegre, así es siempre la vida que se desborda desde Dios, con belleza y esplendor en su espíritu que a todo le da luz.
Lo más importante en navidad es que nos invada el espíritu de Dios. Lo artificial , con todas sus luces, sin el espíritu de Dios, se queda en su naturaleza artificial.