NAIROBI – Semanas de copiosas lluvias e inundaciones en África oriental provocaron la muerte de más de 350 personas y forzaron el desplazamiento de al menos 234 000, indicaron agencias de las Naciones Unidas, sumadas a las tareas de auxilio y prevención de mayores desastres asociados al cambio climático.
“Estas inundaciones que son devastadoras y sin precedentes han revelado la dura realidad del cambio climático cuyos efectos se llevan vidas y desplazan a las comunidades”, dijo Rana Jaber, directora para la región en la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Hasta ahora, cerca de 750 000 personas quedaron gravemente afectadas en sus vidas, salud y viviendas en Burundi, Kenia, Ruanda, Somalia, Etiopía y Tanzania, de acuerdo con la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (Ocha).
En Kenia, 229 personas perecieron y más de 285 000 personas se han visto afectadas en todo este país de 25 000 kilómetros cuadrados y 54 millones de habitantes.
Casi 20 000 personas de los campos de refugiados de Dadaab, en el este del país, donde viven más de 380 000 refugiados, fueron desplazadas por la subida del nivel del agua. Paradójicamente, muchos de ellos llegaron en los últimos dos años huyendo de la grave sequía en la vecina Somalia.
Las agencias de la ONU informaron que apoyan la respuesta liderada por el gobierno para ofrecer asistencia de agua y saneamiento a 126 000 personas, refugios para unas 26 000, y con alimentos y ayuda en efectivo para hasta 31 000 personas.
En Somalia, fueron más de 160 000 las personas damnificadas y más de 37 000 desplazadas; y la continuación de las lluvias puede afectar hasta 770 000 personas y empeorar la epidemia de cólera que asola a ese país del Cuerno de África.
Las lluvias y el aumento del nivel del agua en el lago Tanganica perjudicaron a unas 180 000 personas en Burundi, donde el sector agrícola se resiente. Las autoridades estiman que 40 000 hectáreas (10 % de la superficie agrícola del país) quedaron afectadas.