En primera línea de una batalla contra los insectos
Soldados, cubiertos con máscaras, caminan en fila india, armados con bidones llenos de productos químicos líquidos. Se dirigen a combatir el último enjambre de langostas que ha aparecido en la aldea de Komoret, en el distrito de Amudat.
Se considera que la langosta forma la plaga migratoria más destructiva del mundo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, un pequeño enjambre que cubre un kilómetro cuadrado puede comer la misma cantidad de alimento, en un día, que 35 000 personas.
Este último enjambre, el tercero que ha llegado a Uganda en apenas tres días, desde el 9 de febrero, ocupa una superficie de poco más de un kilómetro cuadrado.
Más de 2 000 miembros del ejército y personal civil ‘peinan’ arbustos y árboles para cazar las plagas que emigraron de Kenya. Allí, los agricultores han experimentado la peor plaga que se haya producido en el país en 70 años. La plaga se ha propagado ahora a siete países de África oriental, entre ellos Eritrea, Somalia y Etiopía.