20 dic 2023 . Actualizado a las 08:32 h.
Su vida es un claro ejemplo de que la realidad supera la ficción. Ousman Umar (Ghana, 1988) llegó a España con 17 años tras salir de su país con 13. En esos cuatro años fue capturado por la mafia, abandonado en el desierto del Sáhara que tuvo que cruzar a pie y finalmente atravesó el Mediterráneo en una patera. Solo él sobrevivió a ese trayecto por el mar. «Mi historia es la de miles que no han podido contarlo», dice Umar, premio Princesa de Girona del 2021, que este martes compartió en una conferencia en el Chuac. El evento, organizado por la comisión de docencia del área sanitaria de A Coruña, promueve una recogida de alimentos no perecederos en el hall del salón de actos en favor del banco de alimentos.
—En el 2021 recibió el premio Princesa de Girona, ¿fue un antes y un después?
—Por supuesto, es uno de los premios más reconocidos en España y también fuera. Además, es un galardón de la Casa Real y el primero para una persona inmigrante. Fue un antes y un después con mayúscula.
—¿Qué queda de ese niño que salió de Ghana con 13 años?
—El entusiasmo, el sueño y la esperanza. Esa ilusión de seguir adelante, la curiosidad que me hizo marcharme de mi aldea. Es lo que me empuja cada día.
—Pasaron 4 años desde que se fue hasta que llegó a España, ¿el peor momento?
—No existe un solo momento porque el dolor es difícil de comparar. Todo fue terrible y nadie merece vivir eso. Vivir en el desierto fue una experiencia horrible, ni a mi peor enemigo se lo deseo, pero la travesía en el mar viendo ahogarse a mis compañeros también me produjo un dolor incalculable. Por eso, todo el recorrido fue igual de horrible.