«Los seres humanos crecemos en humanidad en la medida en que libremente nos sumergimos en esa Presencia de amor».
El excelente teólogo dominico Jesús Espeja (Espinosa de Cervera-Burgos, 1931) acaba de publicar una obra que, ya desde el título, plantea cuestiones arriesgadas para un teólogo. El libro se titula ‘Desarrollo humano, ¿sin Dios?‘ (San Pablo). En un post de RD dejó bien precisado su objetivo al redactar el texto. En general las recensiones del libro fueron muy positivas, y alguna muy certera sobre lo que quiso transmitir. Pero una de esas recensiones deja caer tres interrogantes: qué hace un teólogo hablando de economía, su visión negativa sobre la Escuela de Economía de Chicago, y su juicio sobre el transhumanismo. Siempre dispuesto al diálogo, en esta entrevista, el autor trata de responder a esas objeciones.
Como ambientación ¿Por qué y para qué te lanzaste a publicar este libro?
Estoy viendo la emergencia de las corrientes humanistas que, dentro de su variedad, tienen un denominador común: que el ser humano sea centro, fin y no medio, de todas las mediaciones sociales. Por otro lado es innegable que el funcionamiento actual de la economía –producción y distribución de la riqueza- está funcionando con injusticia y exclusión de los mayorías más indefensas; luego este funcionamiento hace imposible la pretensión del humanismo. Pero, a su vez, corrientes humanistas muy significativas para lograr su objetivo excluyen a Dios y a la religión en nuestro caso la cristiana. ¿No habrá algún equívoco?