En la RD del Congo, donde habitan más de 200 grupos étnicos rodeados por nueve países diferentes, se está llevando a cabo la mayor masacre de nuestro tiempo, una que es varias magnitudes peor de lo que estamos viendo en Gaza.
Llamado comúnmente “el corazón de África” por su diversidad étnica, la RDC es un país con una riqueza casi incalculable, entre minerales y selvas con una enorme biodiversidad, ríos, campos, etc. Riqueza que ha terminado siendo su maldición, “la maldición del recurso”.
Desde 1998, el país se ha convertido en el escenario de una guerra mundial africana, el conflicto más sangriento desde la IIGM. Se estiman más de 10 millones de muertos. Aunque, de manera oficial, la guerra terminó en 2003, los grupos rebeldes y el gobierno siguen luchando.
La riqueza mineral (oro y coltán) del país es objeto constante de violencia, ya que los señores de la guerra luchan por su control como medio de enriquecerse y seguir financiando el conflicto. La población es esclavizada para trabajar en las minas. Los niños también.