Las tensiones entre el Gobierno de Tanzania y los masáis por la propiedad y el uso de las tierras ancestrales de estos últimos se han recrudecido en la última semana y de momento, deja dos muertos y un reguero de heridos en el distrito de Ngorongoro, en el norte de Tanzania. La primera víctima mortal confirmada es un policía que perdió la vida el pasado viernes, durante un enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y la comunidad masái local, que estaba protestando contra el desplazamiento forzado de más de 70.000 personas de esta minoría. La ONG Survival también ha alertado de que hay un segundo fallecido, en este caso un masái, arrollado por un coche de policía el sábado. También han resultado heridas 31 personas por balazos y otras 13 con machetes.
Este lunes, la situación aún está lejos de calmarse, según denuncian los activistas que se encuentran en contacto con las comunidades. “Más de 300 personas, incluidos niños, se están reuniendo en el monte por temor a que les tiroteen en sus casas. La policía está disparando a las viviendas, golpeando y deteniendo a cualquiera que se encuentre en su camino”, ha publicado Fiore Longo, miembro del movimiento global por los pueblos indígenas Survival International, este lunes por la mañana en su cuenta de Twitter. En conversación telefónica con este medio, la investigadora asegura que en su organización ha contado también 19 personas detenidas cuyo paradero se desconoce, en concreto 10 miembros de la comunidad y nueve líderes políticos. “Están buscando y arrestando a quienes hicieron los vídeos [publicados en redes sociales el fin de semana], así que la gente está asustada y ha ido a esconderse al monte”, afirma la experta.