Published: May 26, 2022 7.08pm SAST
Enric Soler Labajos, UOC – Universitat Oberta de Catalunya
Aprender a manejar la incertidumbre es crucial para sobrevivir a las amenazas que nos rodean. Una de ellas es la guerra en Ucrania. Conocer los factores que intervienen en esa incertidumbre nos ayudará a superarla.
El estallido de la guerra en Ucrania, la extrema crueldad de su desarrollo y las consecuencias socioeconómicas que de ella se deriven constituyen una gran preocupación para el mundo.
De repente, hemos sido conscientes de que cualquier día podemos acostarnos en paz y amanecer en una guerra en la que todo vale, excepto las vidas humanas. Se trata de una amenaza a la que, de forma individual, no podemos hacer frente. Todo el mundo, en su concepción más literal, está expectante porque resulta impredecible saber a dónde vamos a llegar con esta guerra tan salvaje.
Preocuparse es un proceso cognitivo habitual que en ocasiones puede ser patológico. La investigación científica indica que más del 38 % de las personas nos preocupamos más de una vez al día. El proceso de preocupación representa un intento de solución mental de problemas sobre un tema cuyo resultado es impredecible.
La impredecibilidad de las consecuencias de la guerra en Ucrania pone en jaque la tolerancia a la incertidumbre del ser humano. La incertidumbre, la preocupación y sus consecuencias perturbadoras son, de hecho, los ingredientes básicos del Trastorno de Ansiedad Generalizada.
La psicología, como disciplina científica, ha generado conocimiento sobre algo tan importante como la incertidumbre hasta el punto de haber creado la Escala de Tolerancia a la Incertidumbre y su relación con los procesos cognitivos, la ansiedad y la depresión.
Es el momento de ocuparnos (que no preocuparnos) del manejo de la incertidumbre para prevenir un posible trastorno de ansiedad.
Gestionar la incertidumbre no es tarea sencilla, pero podemos empezar conociendo los factores que intervienen en ella.
El punto clave es saber diferenciar entre información e incertidumbre. Son dos conceptos distintos, pero muy relacionados entre sí. Las personas tendemos a cambiar el nivel de información que poseemos sobre la guerra en Ucrania, y podemos sentirnos más seguros o inseguros sobre el nivel de información que poseemos.