| Santiago Tedeschi/Archimadrid
El cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, ha presidido este domingo la Eucaristía en la parroquia Virgen del Mar, de San Blas-Canillejas, con motivo de la Jornada Nacional de Manos Unidas. Durante este mes de febrero, la Delegación de Manos Unidas Madrid celebra su LXV Campaña contra el Hambre, convocada con el lema ‘El efecto ser humano. La única especie capaz de cambiar el planeta’.
Y es justamente sobre esta campaña que el cardenal ha reflexionado durante la homilía remarcando que «para el hambre no hay plan B»: «Dios puso al hombre y a la mujer sobre la tierra y nos hizo guardianes de nuestros hermanos. Desgraciadamente, muy pronto sucumbimos a la tentación de ser como Dios y eso fue el comienzo de nuestras desgracias».
«Celebramos con cariño esta campaña de Manos Unidas que este domingo va unida también a la Jornada del Enfermo. Desde la experiencia profunda de sentirnos vinculados los unos a los otros, Manos Unidas nos anima a luchar contra la injusticia climática. La padecen muchas personas y lo vemos, por ejemplo, en la persistente sequía que obliga a las personas a moverse de sus ciudades, los refugiados climáticos”, ha subrayado el cardenal. Reflexionando sobre el Evangelio de este domingo, la curación de Jesús a un leproso, José Cobo ha remarcado que el Señor “toma partido y actúa”: «Su mensaje de salvación siempre va acompañado de gestos de sanación».