Cientos de misioneros de diferentes partes del mundo se reunieron ayer en el Santuario de los Mártires de Uganda en Namugongo para conmemorar 150 años de evangelización del Continente africano. Fue en honor a los mártires ugandeses.
Los primeros misioneros católicos en venir a Uganda fueron los Padres Blancos. Eran el P. Simeon Lourdel, conocido popularmente como Mapeera y el hermano Delmas Amans (Amansi), quien enseñó religión a los 22 mártires católicos ugandeses.
La Sociedad de Misioneros de Africa (Padres Blancos) y la Congregación de las Hermanas Misioneras de Nuestra Señora de Africa (Hermanas Blancas) gozan de gran estima en toda África, por su contribución no sólo en la evangelización, pero también por la ayuda que han proporcionado en el sector de la educación y la salud.
Los movimientos misioneros de los Padres Blancos y las Hermanas Blancas comenzaron en 1868-1869 cuando el cardenal Charles de Lavigerie, arzobispo de Argel, en el norte de África, llamó hombres y mujeres jóvenes a formar las dos sociedades. Los misioneros vinieron de Francia e Inglaterra.
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