Somos africanos por "nacimiento" y vocación. Nacimos en Argelia para África y los africanos. Nuestra primera orientación fue la del encuentro con los musulmanes. Estamos también abiertos al mismo tiempo al entero continente africano. Guardamos vínculos estrechos con las Iglesias de Oriente.

Nos llaman Padres Blancos, pero nuestro nombre oficial es otro: Misioneros de África. Nuestra Sociedad nació en Argel el año 1868, en pleno Magreb musulmán. Nuestro fundador, el Cardenal Lavigerie quiso que fueramos una sociedad consagrada a la evangelización de África. Hombres de todas las nacionalidades con un estilo de vida marcado por un espíritu de familia y el trabajo en común. Quiso que nuestra manera de vivir se arraigara de alguna manera en la cultura de los países a los que somos enviados. Por ello, el hábito de los Padres Blancos adoptó el modo de vestir de los argelinos de aquella época: gandura o túnica, burnús o chilaba y chechia roja o fez.

Nuestro nombre oficial: Misioneros de África se justifica ya que nuestra misión se realiza sobre todo en África. Dedicamos nuestra vida a África y a los africanos. Pero, también nos sentimos interpelados por esa África que ha emigrado a Europa y a otros continentes.

Nuestra vocación nos impulsa a proclamar que todos podemos vivir juntos, amarnos y apreciarnos en el respeto a las diferencias. En medio de este mundo globalizado, que ha convertido este mundo en una aldea común, nuestra vocación nos impulsa a predicar con nuestra vida, la fraternidad en nombre de ese Dios Padre que nos quiere. Hacer un mundo más humano y más fraterno forma parte de nuestro carisma misionero.